sábado, 22 de diciembre de 2012

XV CONTROL DE VELOCIDAD Y VALLAS DE MAJADAHONDA

Comenzando mi primer 400
Tenía muchas ganas de sacarme la espina del 800 de Valladolid, donde la cosa no salió todo lo bien que esperaba aunque, a medida que ha ido pasando el tiempo, le he dado más valor a lo realizado, no estuvo tan mal en lo que a marca se refiere pero las sensaciones fueron malas.
Ahora ya lo puedo decir, mis entrenos apuntaban a que todo debía salir bien, que la mínima estaba a mi alcance (el martes hice un 400 con mi entrenador en 1'02" y las sensaciones fueron muy buenas, acabando bastante entera) pero esta prueba es muy dura y no la controlo todavía.
He tenido suerte en mi primer 400, me ha tocado la calle 1 (no quería salir por la calle 8) teniendo por tanto todas las referencias y he salido en la serie buena, con las que tenían marcas acreditadas. Mi padre, al que le encanta empaparse de todo, me había dicho que, excepto Sara Gómez del Cajasegovia con una marca de 57"67, junior de primer año y que fue el año pasado subcampeona de España en PC y bronce en AL en juveniles, a todas las demás las tenía a mi alcance si bajaba del minuto como él esperaba pues las mejores marcas de las restantes estaban en el entorno de 59", pero a final de temporada, en casi todos los casos.
Realizando la primera curva
No obstante, el objetivo era correr bien, como en los entrenamientos y bajar de 1'01"50 (mínima de verano) para quitarme tensiones.
He tratado de salir fuerte pero sin excederme y creo que la cosa ha ido bien. He tomado la compensación a Julia (Coslada) al terminar la primera curva y me he ido a por Marieli que iba por calle 3 y he conseguido alcanzarla justo en el paso del 200, lo que me ha dado un plus de motivación pues nunca conseguí ganarla en el 300 cuando coincidimos hace 2 años en cadetes y su marca del año pasado en 400 es de 59"77 lo que era una gran referencia para mí, pues este año ha comenzado fuerte, haciendo mínima en combinadas con un 800 espléndido. Inmediatamente he alcanzado a otra junior que iba por calle 6 y que tambien bajaba del minuto. En el 250 he cazado a Paloma Díez Cañete del Playas de la que mi padre me había dicho que no me cebara con ella en los primeros 200 metros pues es velocista promesa de las buenas, aunque el 400 se le hace largo y el año pasado no bajó del minuto pero como ha corrido por calle 7 no me ha generado problemas.
Llegando a meta
Ya sólo quedaba por delante una senior del Marathon, también con marca por debajo del minuto, a la que he pasado antes de terminar la curva y la junior del Cajasegovia a la que, empezando la última recta aventajaba ligeramente. He apretado los dientes y nada, a luchar por la victoria, hemos esprintado a tope toda la recta y a mí me ha venido el tío del láctico, o del mazo, a falta de 30 metros y he tenido que ceder, quedando segunda.
Finalmente, la ganadora ha hecho 58"74 y yo he conseguido la mínima al realizar una marca de 59"16, Marieli ha quedado 3ª con una marca de 1'00"69 que tambien es mínima.
Me ha felicitado mucha gente y la verdad es que he terminado muy contenta, sobre todo al saber la marca pues no la esperaba para nada.
A continuación ha habido más series de 400 y la que se ha quedado a las puertas de la mínima ha sido Ana, tras una gran carrera en la que todos en la grada la daban la mínima pero su tiempo finalmente ha sido de 1'02"19 pero lo importante es que se ha sentido muy bien  y ya  son 2 pruebas, junto al 800, en la que la veo  haciendo la mínima en cuanto le tome el pulso a las pruebas y coja la confianza que necesita. Por cierto, ha sido escoltada por Claudia que ha hecho 1'04"82 que, para una fondista, no está nada mal.
De mi grupo de entrenamiento, Mario y Alba tambien han hecho sus mínimas en el 60 ml y, por otro lado, Rebeca y Cristina han empezado a enfocarse de cara a dominar la prueba del 600 que no es nada fácil. 

domingo, 16 de diciembre de 2012

Esto es DEPORTE con mayúsculas

Hola a todos,
A continuación reproduzco aquí un artículo aparecido en El País: "El valor de un gesto" hace unas semanas y que ha tenido, yo creo, muy poca difusión.
Mi padre, que es quien ha encontrado el artículo, sin contarme nada me ha puesto en la situación que se produjo en esta carrera y yo he respondido de la misma manera que reaccionó Iván Fernández Anaya, lo que le ha alegrado mucho.
Algunos de los comentarios que hace su entrenador, Martín Fiz, no me gustan tanto y el hecho que cuenta que le sucedió en el Mundial de Atenas no tiene nada que ver.
Me gustaría saber que opináis de esta noticia, a través de los comentarios.



El valor de un gesto

El atleta Iván Fernández no quiso ganar un cross a un rival que se había equivocado de meta

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Fernández señala la meta al keniano Mutai. / CALLEJA (DIARIO DE NAVARRA)
¿Solo la victoria cuenta? ¿Estamos seguros?
En La soledad del corredor de fondo, la novela y la película, el protagonista, un chaval de un reformatorio, un fenómeno del campo a través, se deja ganar en un cross por el representante de un colegio pijo. Lo hace como gesto de rebeldía, de libertad, para fastidiar a su carcelero-entrenador-profesor. Una acción hermosa que, dicen los entendidos en atletismo, es puramente peliculera, imposible en la vida real, añaden, pues un atleta, uno bueno, nunca se dejaría ganar.
Quizás la vida real ya no es lo que era. O el cross. Pero no el valor, o la rebeldía. O la necesidad de los gestos valientes, hermosos, esperanzadores.
Hace un par de semanas, el 2 de diciembre, Iván Fernández Anaya, atleta vitoriano de 24 años, se negó a ganar el cross de Burlada, en Navarra. “No merecía ganarlo. Hice lo que tenía que hacer”, dice Fernández Anaya, quien, cuando iba segundo, bastante distanciado del primero, en la última recta de la carrera, observó cómo el seguro ganador, el keniano Abel Mutai (un muy buen atleta: medallista de bronce en los 3.000 metros obstáculos de los Juegos de Londres) se equivocaba de línea de meta y se paraba una decena de metros antes de la pancarta. Fernández Anaya le alcanzó con rapidez, pero en vez de aprovechar la situación para acelerar y ganar, se quedó a su espalda y con gestos y casi empujándole le llevó hasta la meta, dejándole pasar por delante. “Él era el justo vencedor. Me sacaba una distancia que ya no podía haber superado si no se equivoca. Desde que vi que se paraba sabía que no iba a pasarle”.
“Yo no lo habría hecho”, admite su entrenador, Martín Fiz
A Fernández Anaya, que estudia un módulo de FP pues no piensa que en el futuro se pueda vivir del atletismo, le entrena en Vitoria Martín Fiz. Lo hace en el mismo lugar, el Prado, en la misma senda física que no filosófica, en la que el famoso vitoriano sumó kilómetros y kilómetros para llegar a proclamarse campeón de Europa y del mundo de maratón. “Fue un gesto de honradez muy bueno”, dice Fiz. “Un gesto de los que ya no se hacen. Mejor dicho, un gesto de los que nunca se han hecho. Un gesto que yo mismo no habría tenido. Yo sí que me habría aprovechado para ganar”.
Cuenta Fiz que el detalle le honra a su pupilo. “El gesto le ha hecho ser mejor persona pero no mejor atleta. Ha desaprovechado una ocasión. Ganar te hace siempre más atleta. Se sale siempre a ganar. Hay que salir a ganar”, dice Fiz, quien recuerda cómo en el Mundial del 97 en Atenas él fue tirando todo el maratón y no pudo despegar a Abel Antón, quien en los últimos metros le atacó y le ganó con facilidad después de haberse aprovechado de su trabajo. “Y yo sabía que iba a pasar eso. Sabía que a menos que se le subiera un gemelo o le pasara un percance, Antón me ganaría. Pero la competición es así. No habría sido lógico que Antón me dejara ganar”.
“En los tiempos que corren, vienen bien gestos de honradez”, dice Iván Fernández
Fernández Anaya se entrena en el Prado todos los días y cuando se lo permiten los estudios, unos tres días a la semana, en sesión doble. Los técnicos dicen que está a un paso de la elite española del cross, y ya figura entre los que mejor marca tienen en 5.000 metros. Dicen que no le falta nada para llegar al menos a la selección española para el Mundial de cross, que es su objetivo esta temporada, aunque, según su propio entrenador, le puede la presión. “En las grandes competiciones se atenaza”, dice Fiz. “Le falta saber superar la presión, que es lo que diferencia a los campeones. Si no, habría estado en el reciente Europeo”.
“En el cross de Burlada apenas había nada en juego, ni tampoco mucho dinero, aparte del poder decir que había ganado a un medallista olímpico”, dice Fernández Anaya. “Pero aunque me hubieran dicho que ganando tenía plaza en la selección española para el Europeo, tampoco lo habría hecho. Otra cosa, claro, sería si en juego hubieran estado una medalla en el Mundial o en el Europeo. Entonces, creo que sí, que me habría aprovechado para ganar… Pero también creo que ha dado más nombre haber hecho lo que hice que si hubiera ganado. Y eso es muy importante, porque hoy en día, tal como están las cosas en todos los ambientes, en el fútbol, en la sociedad, en la política, donde parece que todo vale, un gesto de honradez viene muy bien”.


sábado, 15 de diciembre de 2012

Concentración/Competición PROTAMA en Valladolid

Salida del 800 ml
Por fin, competición en pista. La verdad es que ya tenía ganas. Además como coincidió con la primera concentración de PROTAMA pues todavía mejor porque se trataba de compartir muchas horas con amigos/amigas que viven el atletismo como yo.
Por lo tanto, la parte de la concentración ha ido muy bien pues siempre conoces un poco mejor a los compañeros y como además he compartido habitación con Yael y Claudia que son dos de mis mejores amigas, pues nada, increíble.
En la parte de la competición, los resultados de todos, en general, han sido bastante buenos, consiguiéndose varias mínimas  para los campeonatos de España: Yael, Claudia, Paula, María, Miriam, Carmen, etc...
Otros se han quedado muy cerca (David a 1 décima, por ejemplo) y a Elena y Laura les ha traicionado el viento que ha hecho que sus mínimas no tengan validez.
Yo no he conseguido la mínima, lo que me ha generado una frustración muy grande en los minutos posteriores a la carrera pero bueno, ya está superado el trance y lo conseguiré cuando haga una buena carrera que no ha sido el caso de hoy.
Paso del 400
La carrera, antes de empezar, tenía muy buena pinta, participábamos Celia Antón, Yael, Miriam, Ana y yo misma, junto con otras juveniles y alguna junior y senior, hasta 12. La primera posible pega se solventó para bien, correríamos en una única serie.
Tenía muchas dudas antes de la carrera pues en los entrenamientos me falta algo de fondo, no terminó bien las series finales, lo que hacía presagiar que estaba un poco justa para el 800 pero yo suelo rendir mucho mejor en competición y esa era mi esperanza, hacer una gran carrera, entre las mejores.
Me encantó la salida por calles ya que te evitas codazos, aunque este caso me tocó la calle 4 pero compartida, mi entrenador me dijo que si no estaba segura de la rapidez de mi compañera de calle me pusiera delante y hablando con ella me dijo que saliera delante yo,  mientras por calle 3 iban Celia y Yael y Ana y Miriam compartían la calle 5.
La salida fue perfecta, tras coger calle libre, ibamos Celia, Yael, Miriam y yo, un poco más atrás, Ana tras una senior. El planteamiento de carrera era aguantar el ritmo de las primeras y en los últimos 150 metros tratar de cambiar.
No sé que me pasó pero lo cierto es que corrí muy rígida desde el principio, aunque me mantuve bastante bien durante la primera vuelta, en el cuarteto de cabeza, aunque finalizando la primera vuelta Celia y Yael empezaron a distanciarse ligeramente.
El paso de este primer 400 fue en 1'07" para Celia y Yael y en 1'08" para Miriam y yo. Este tiempo de paso me mató, lo aguanté bien pero a partir del 450 empecé a sufrir, viendo como Celia y Yael se escapaban hacia la victoria y Miriam se alejaba definitivamente. En la mitad de la recta de enfrente me pasó una promesa y realicé la recta a paso de tortuga, conseguí recuperarme ligeramente y mejoré algo en los últimos 150 metros. Mi tiempo final fue de 2'27"04, a más de 2" de la mínima.
Pero lo más bonito de la carrera se produjo por delante cuando, a falta de 250 metros, Yael lanzó un ataque y se pusó en cabeza. Celia, que es una campeona, apretó los dientes y alargando zancada consiguió que no se marchara y lanzó su ataque definitivo entrando en la recta de meta, esprintando fuertemente y ganando con claridad pero... esta vez le vió las orejas al lobo. Yael ha estado muy cerca de conseguir el triunfo. Finalmente Celia 2'16"41 y Yael 2'17"08, siendo 3ª una espléndida Miriam que, tras una serie de lesiones, volvió a decirnos aquí estoy yo, parando el crono en 2'21"52.
Ana tampoco tuvo su día pues finalizó por detrás de mí y nunca estuvo en carrera, muy alejada de la cabeza desde los metros iniciales, acabando en 2'32"35. La próxima vez conseguiremos la mínima las 2, con holgura, ya veréis. 
En la otra carrera que seguí con más atención, el 1.500 ml femenino, se produjo un recital de Paula Gil (junior) que marcó los tiempos a todas, liderando la carrera en todo momento.
Claudia, en su primer 1.500 aguantó con Paula y María hasta el paso del 900, donde Paula realizó su primer cambio de ritmo, descolgando a María al toque de campana de última vuelta.
Paula consiguió una marca de 4'47"30, marcando María 4'51"71, fruto de su gran estado de forma. Claudia consiguió la mínima al hacer 5'01"49 y aunque acabó muy disgustada pues no tuvo buenas sensaciones, lo cierto es que se marcó 600 metros en solitario, manteniendo un ritmo suficiente para conseguir este espléndido tiempo.